viernes, 2 de mayo de 2014

Yo vs lo Paranormal


Desconfió de los astrólogos, médiums y adivinos. Y si hay casos inexplicables que me hagan dudar no quiero saber de ellos y me enojo con el que me los cuente. Ya me cuesta trabajo lidiar con lo normal, como para encima de todo sumarle lo paranormal. Mi única neurona está a reventar tratando de sobrevivir la realidad, como para que ahora me vengan a decir que hay más realidades.

Hace unos años un tío compró un gato hidráulico marca Snap On que cargaba en su carro y que le había costado una pequeña fortuna. Nunca lo vi usarlo, pero si lo sacó muchas veces del baúl para enseñarnos la calidad del aparato en mención. En una ocasión le abrieron el baúl y un ladrón se le llevó el flamante gato. Mi tio, por supuesto, empezó una campaña para recuperar su gato: averiguó en el barrio, con los malandros de confianza, con la policía, con los talleres… y nada parecía funcionar. Alguien le recomendó que fuera a una consulta con la bruja del pueblo, la Vieja Cecilia, aunque reacio, decidió asistir pues ese gato bien valía la pena.

Tras pagar una cifra apreciable de  dinero entró en un salón oscuro con una bola que cambiaba de colores encima de la mesa. El recinto olía a diferentes hierbas en sahumerio y las paredes estaban llenas de imágenes de diversos santos, algunos conocidos y otros no tanto. Incluso le pareció ver un transformer en la multitud de figuras. La voz chillona de una señora mayor le dijo: “¿hermano, que te trae por aquí?”. Mi tío le explicó que tenía un gato al que le tenía mucho aprecio y que alguien abrió el carro y se lo robó, y que acudía a ella para recuperarlo. La bruja Cecilia, con un trapo de colores en la cabeza, le hizo desnudarse y untarse un líquido amarillo que le ayudaría a sacar las malas energías, luego le pasó un tabaco entelerido del cual debía fumar solo tres chupones, mirando cada vez hacia una pared distinta. Le pasó el tabaco y la bruja Cecilia empezó a rezar entre dientes una oración extraña con palabras parecidas a las del Wuaka Wuaka. Se quedó mirándole fijamente a los ojos y le dijo: “alguien le desea el mal, debemos hacer varias sesiones para alejar esa maldad de su camino”.  Volvió a susurrar “Tsamina mina, eh eh, waka waka, eh eh Tsamina mina, zangaléwa” y luego con voz profunda le dijo: “siento mucho decirle esto, pero el que se llevó su gato lo mató envenenándolo y con el cadáver harán un entierro ”. Mi tio salió semi empeloto, se subió en su carro y se largó, para luego descubrir que donde la bruja le habían robado la llanta de repuesto y otro gato que había comprado para reemplazar el robado.

Debido a esto mi contacto con lo paranormal quedó clausurado. Tal vez lo único que me permito es leer los horóscopos. Los horóscopos y el arroz chino tienen algo en común: están llenos de basura, y lo peor, como diría Helenita, es que así los amo yo.

Leo horóscopos muy de seguido, y no les creo, pero tengo que confesar que en épocas difíciles las pendejadas que dicen me resultaron reconfortantes. Si nos atenemos a la calidad de la estadística de Calle 13 cuando dice que en este mundo hay seis mil millones de habitantes, quiere decir que hay al menos 500 millones que tienen en común su signo, así que el que hace un horóscopo tiene la responsabilidad de decir algo que le calce a  doce veces la población de Colombia. Por eso toca decir cosas evidentes. 

Por ejemplo: “No te excedas con las grasas, le harán mal a tu salud”, alguien lo lee y dice “mierda, yo que iba a comer fritanga hoy!!!! Esto si es exacto!” otro lo leerá y dirá: “uff si ve! debo dejar de fornicarme a la gordita de la esquina”

Estos son ejemplos del día de hoy:
  • En el sector profesional, el Tarot le recomienda tener cuidado en sus proyectos personales y evitar que sus colegas quieran apropiarse de sus buenas ideas. Evite las comidas demasiado condimentadas, porque puede sufrir de dolencias estomacales. Meditar es una buena opción para gozar de una excelente salud.

 O que tal este:
  • No te dejes influenciar por aquellas personas que solo hablan de enfermedades y problemas de dinero. Te acabarían transmitiendo su pesimismo. Disfruta de la vida con tus allegados.

O este:
  • Deberías prestar más atención a tu entorno, porque es posible que alguien a quien quieres necesite tu ayuda, pero quizá no quiera pedírtela.


Sonsos. Esto le pasa a cualquier Colombiano: trabaja con envidiosos, los condimentos le dan eructadera y diarrea, le toca meditar pues no hay para ir a cine, y está rodeado de vaciados igual que él indecisos acerca de pedirle un préstamo.

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