lunes, 28 de abril de 2014

Me cae bien Buda


Este no es un debate teológico, es simplemente un tema de simpatías. Yo soy católico llevado a pellizcos a misa sagradamente todos los domingos de mi vida temprana. Hoy, ya sin pellizcos, sigo siendo católico más o menos cumplidor de mis deberes, y tengo el brazo derecho con una inmovilidad leve. Y no estoy buscando cambiar de religión ni a mi ni a nadie.

El tema es otro. Tengo que confesar que desde pequeño me deprime ver la figura de Jesús en la cruz, clavado como si lo fueran a coleccionar, con su rostro cubierto de sangre que le escurre de las espinas, con laceraciones por todo lado y encima de todo cubierto con un mínimo trapito. Expuesto a la burla de todo el mundo y con su mamá, la virgen María, de rodillas frente a él llorando. Encima de todo, como toda mi generación, me tocó ver n veces la película "El Martir del Calvario, con Enrique Rambal Junior" en Blanco y Negro VLD (Very Low Definition) por los dos únicos canales de la televisión de esa época, recuerdo la manera lastimera en que pronunció: "padre mio ¿por que me has abandonado?". Jarto que el papá de uno sea Dios, y uno le tenga que hacer semejante reclamo.

Las únicas imágenes cheveres que uno ve de Jesús es cuando lo muestran chiquito en brazos de su mamá, o en el muñequito del pesebre. De ahi en adelante todo va para abajo para el pobre Jesús. Los amigos lo niegan, lo juntan con ladrones, supongo que el día de la multiplicación de los panes lo dejaron sin darle a él. 


Por el contrario desde pequeño siempre me simpatizó Buda (En mi casa había uno de yeso pintado de dorado y que servía para trancar la puerta cuando uno quería que permaneciera abierta). Un tipo tranquilo, regordete, que concedía  peticiones si se le sobaba la panza, con aros en las orejas y con una sonrisa de oreja a oreja que reflejaba sosiego, incluso cierta alegría. Estaba vestido como buen gordo con una especie de sabana que le daba la vuelta a su rechoncha figura. Unos años más y hubiera usado Walkman. Tengo dudas de su efectividad como milagrero, pues mi papá le sobaba en la barriga los billetes de la lotería, y nunca paso nada , salvo que se le peló la barriga a Buda y se le vio el Yeso que había debajo. Pero con todo y su ineficiencia me cae bien.

Simplemente como mercadeo de una religión, me parece que es más vendedor Buda: transmite la impresión de que si bien uno no va llegar a la felicidad con muchos bienes materiales, al menos le queda el consuelo de terminar como un gordito bacano. Pero Jesús es otra cosa, es sufrimiento puro, es una victima legendaria de tortura, y encima de todo hay que sumarle en que todos nosotros, el día que nacimos, ya tenemos encima la carga de este pobre tipo clavado en un palo y ensangrentado, es decir, no solo está fregado, si no que YO fui quien lo fregó. Eso es difícil de vender.

Si ponen a un niño en frente de las dos imágenes, me preocuparía seriamente por el niño que se fuera para el lado del que luce torturado y ensangrentado. Si se trata de vendernos esperanza en los momentos difíciles, es de lejos más vendedor el gordito. 





A la casa (caza?) de Paco el gato

Hace un tiempo una amiga me buscó para una oferta que parecía maravillosa. me dijo: " .. fíjate que tengo la casa de la 30 vacía y quiero que tú la alquiles, pero con una condición especial...". Dado que la casa en mención era la casa de mis sueños para ese momento el asunto me sonó de inmediato: ¡Claro! ¿cual condición especial?

"..Es una bobada, yo me voy para Estados Unidos y demoro un tiempito en volver, y conmigo vive mi gato, Paco, y necesito que lo cuides y lo alimentes y lo lleves al médico. Todo eso lo descuentas del alquiler, y además de eso te dejo la casa en $xxxxxx". Era una súper oferta, la casa que necesitaba, en el sitio correcto, del tamaño adecuado, y lo único que tenía que hacer era cuidar un animalito de dos kilos de peso.... Obvio: Acepté.

LECCION APRENDIDA: La frase ".. es una bobada.." en boca de una mujer siempre terminará mal para cualquier hombre. Tenga la plena seguridad que va a terminar casado, despinchando un carro o destapando un inodoro en el mejor de los casos. Esta frase NUNCA antecede a ninguna situación positiva.  

El gato de la foto no es Paco, pero podría serlo porque son muy parecidos...un pequeño felino gris con cara de Yo no fui y que en apariencia se dedicaba principalmente a dormir y a ronronear. Dado que la casa de la oferta era de esas casas gigantes con patio y arboles al fondo, el pequeño gatito no se iba a ver nunca en la vida.

Mi cuarto, obviamente era el que tenía ventana al patio y desde allí se veía el árbol y unas matas que crecían si que nadie las cuidara realmente.

Por alguna razón que desconozco mi relación con Paco pasó de una simple indiferencia, con obligaciones alimenticias, a un odio espantoso. En tal caso parecía estar ejecutando un plan diabólico en mi contra que buscaba aburrirme y dejarle la casa a él solo. Cosa que no iba a lograr, pues nada más difícil que desalojar un colombiano de una casa barata.

El infame y peludo gato se paraba a maullar en mi ventana a las dos de la mañana, religiosamente cada noche que vivió conmigo, y yo salía de mi cama enfurecido a tratar de atinarle con lo primero que hallaba a mi alcance, que normalmente era un zapato. Nunca le atiné, sobra decirlo. Y adicionalmente, después del intento de zapatazo, el infame gato volvía  maullar hasta que yo me dormía ya vencido por el cansancio y por el desgate de arrearle la madre durante una hora o más....

La fase 2 del plan de Paco incluyó orinarse en mi cuarto. Entonces dos o tres veces por semana llegaba a acostarme y me recibía un vaho de orín de gato que haría vomitar a una mosca, y a mi me tocaba, cansado y todo, ponerme a limpiar el cuarto con algún químico que eliminara ese olor. Y créanme, no es nada fácil eliminar ese olor de orín de gato!!! Aquellas personas que expresan su admiración por la costumbre de los gatos de tapar sus heces, deberían entender que si uno hiciera cosas que olieran así de feo también saldría a botarlas en un hueco y taparlas con tierra!!

La fase 3 de la campaña para echarme de su vivienda ya se metió con lo más sagrado: mi comida. El infeliz del Paco se comenzó a subir a los cajones de la cocina y empezó a comerse las galletas, el pan para el desayuno y cualquier cosa que fuera para mi.

Nunca Paco le hizo a nadie más de mi familia daño alguno. Nunca trasnocho a otros, nunca se le comió las tostadas del otro día, nunca se le orinó en la almohada a nadie más.... sólo a mi. De hecho con las demás personas de la familia era un lindo gatito, como diría Piolín....el resto de mi familia me acusaba de perseguir injustamente al gato que era "semejante animalito tan hermoso" en palabras de mi hermana.

La fase 4 fue la tortura psicológica. Los maullidos de fase 1 fueron reemplazados por los maullidos, en el mismo patio, resultantes de sus aventuras sexuales con una gata negra vecina de nosotros. Ahora con una gata novia como aliada, Paco se dedicó a fornicar en el árbol frente a mi ventana, y a dedicarme los maullidos fruto de su calentura. Aunque tengo que declarar mi admiración por los logros sexuales del infame del Paco, la verdad es que esto ya no aguantaba más, o eso pensaba yo.

La fase 5 fue lo peor. Ocurrió cuatro meses antes de la llegada de mi amiga de Estados Unidos. Paco desapareció!!!! No se volvió a saber nada de él, no más maullidos, no más malos olores en mi cuarto, no mas fornicio enfrente de mis castos ojos, no más robo de provisiones.....no más.... que alivio, que dicha, al fin Dios que es grande y todo lo ve, incluso a los gatos de mala calaña, decidió quitarme este karma.

Mi amiga me llamaba con alguna frecuencia y me preguntaba por Paco, yo le decía que estaba bien, muy juicioso, que tenía una salud envidiable, que era muy entendido. Para no despertar sospechas siempre desconté el monto de su alimentación y su servicio médico.....

Pero todo eso se volvió terrorífico cuando me llamó y me dijo: " en un mes llego y voy a recoger a Paco para hacerle papeles y traérmelo para acá..." 

Ahí fue Troya. Comencé una búsqueda exhaustiva (como dice la policia) del infame gato. Interrogué a los dueños de la gata negra, busqué en todas las casas que rodeaban la mía, salí a media noche a dar vueltas en el carro por le vecindario para ver si veía al cochino gato gris... Y nada....ofrecí recompensa a una red de informantes de entre 6 y 10 años para aquel que me llegara con Paco. Y de hecho me trajeron varios gatos, incluyendo la gata negra fornicadora, un gato café con cara de consumidor de alucinógenos, e incluso un gato sospechosamente maquillado de gris. Pero de Paco nada!!!!

Y faltando sólo una semana Paco coronó su plan: apareció flaco, tal vez con la mitad de su peso, con una herida profunda en la nuca, con arañazos por todos lados, cojeando. Si Paco hablara seguramente habría llegando tartamudo. Simplemente se apareció en el patio y arrancó a llorar.

En una semana me tocaba:

  • Engordar al gato al menos un kilo, lo cual es muy difícil en algo que debe pesar dos kilos.
  • Remendar sus heridas y hacer que cicatricen y que el pelo gris crezca y las tape 
  • Hacerle ortopedia a su cojera
  • Todo esto de mi bolsillo, pues mal podría descontar eso del alquiler cuando según mis historias el gato estaba en "optimas condiciones".

El gato mejoró mucho. Para cuando mi amiga llegó por su gato, este ya no parecía masacrado por dos Pitbull, sólo parecía un gato desnutrido y cojo con heridas mal curadas....Apenas Paco vio a mi amiga saltó a sus brazos y cuando yo me acercaba temblaba y se ocultaba tras sus piernas, como diciendo "cuídame de ese gordo hijo de xxxxx"

Que más puedo decir... mi amiga ya no es mi amiga, me pidieron la casa, y desarrollé un odio por todos los gatos. Y poco antes de irse Paco se orinó en mi colchón por última vez.

Los que se inventaron la imagen de la bruja acompañada de un gato tenían, sin lugar a dudas, razón.



La Perrosterona y mi bolsillo derecho

Hace unos años compré un perro Beagle. Los que compramos un perro de esta raza, especialmente si es cachorro, no lo hacemos racionalmente. Simplemente uno se enamora del perro y punto, cuando despierta está limpiando charcos de pipí en algún mueble de la casa.
Simón - Un gigoló de 2 meses de edad 
Sin embargo yo tenía un plan. Mis cuentas decían que Simón, así se llama el Beagle, un perro con certificación de raza, sería apetecido por las féminas caninas para engendrar cachorritos a su vez de la más refinada estirpe.
Lo habitual es que el macho reciba como parte de pago uno de los cachorros de la camada, que usualmente es de cuatro o cinco animalitos. Así que, decía yo, si le consigo una novia mensual tendré un cachorro mensual, y un cachorro mensual es una cifra bastante apreciable de dinero.
Respecto al compromiso de tener sexo una vez al mes tenía la plena fe de que ese cachorrito con apariencia de Giordano iba a ser un macho cabrío lleno de testosterona que iba a arrasar con la población de perras Beagle de la ciudad en la que vivo. Alguien me dijo que la testosterona es un tema de humanos, que en los perros debería ser otra hormona, así que sin saber si existía, mis esperanzas económicas estaban basadas en la efectividad de la perrosterona de Simón.
Convertido en una especie de proxeneta canino, me dedique en primera instancia a formar a este futuro  Gigoló Perruno para que fuera el adulto brioso que tanto anhelaba mi bolsillo derecho. Igualmente me dediqué a averiguar por las futuras concubinas de Simón.
Entre otras cosas le pagué entrenamiento de primer nivel, doce módulos de cuatro clases cada uno. Cuyo costo sumado superaba lo que mi esposa y yo pagamos por nuestros pregrados en Universidad Pública. Fueron seis largos meses en que la niña que lo adiestró logró que el animalito hiciera cosas que uno sólo ve en los perros de la televisión. Se sentaba, daba vueltas, se quedaba sentado en la puerta y no salía corriendo hasta que uno no lo autorizaba con una palabra en Alemán....Mi plan iba agarrando consistencia poco a poco, ya podía ver el aviso: "Perro machote, de buena familia, educadisimo, ofrece sus servicios como reproductor" 

A partir de esto encontré varios hechos lastimosamente ciertos:

  1. Los perros Beagle tienen el nivel de adiestrabilidad de un zombie adicto al crack. Y al único que terminan haciéndole caso es al adiestrador. Y cuando usted reclama, lo que le dan a entender es que lo que sigue es adiestrarlo a Usted. (que un rayo le caiga a César Millán, que trasladó la culpa de la estupidez de nuestros perros a  nosotros los amos)
  2. En una exhibición de habilidades de perros, si tu perro es el peor de todos, Murphy logrará que justo antes de tu perro desfile el perro más inteligente de toda la exhibición. Con eso tu vergüenza pasará de ser una pena olvidable con un helado, a un total desastre que no se olvida ni con quimioterapia.
  3. La población de perras Beagle de la ciudad en la que vivo se reduce a dos perras, aparte de la mamá de Simón, que no gustan del sexo con funciones reproductivas.
  4. Efectivamente Simón tiene niveles de perrosterona que alcanzan para volver cachondos a los 101 dálmatas, pero a raíz de lo mencionado arriba su forma de evacuar la perrosterona es orinándose en todos los muebles de la casa y fornicando con una almohada que hemos adecuado para tal propósito, dado que según averigüé en Internet nadie vende perras inflables para perros calenturientos.
  5. Que sin lugar a dudas Simón se fornicaría hasta su perra madre, pero eso es muy riesgoso pues los cachorros por eso de la genética, pueden salir con rasgos similares a los del presidente. 


En defensa de los inodoros viejos


Confieso que no me gustan los inodoros actuales, me disgusta la gran cantidad de vueltas y de opciones para hacer su simple función. Ahora los inodoros vienen con dos o tres botones y uno debe estar capacitado para saber cual botón hundir de acuerdo a la magnitud de lo evacuado. Se supone que esto es para ahorrar agua, pero la verdad es que terminamos hundiendo varias veces varios botones, de manera desesperada para lograr que las cosas funcionen adecuadamente. Esto lo validé en una pequeña encuesta a boca de urna, si cabe el término, en la cual queda claro que a todos nos pasa.

No me gusta su demagogia, las vueltas y vueltas que dan para al final llevarse sólo una fracción de su carga y dejarlo a uno esperando a que se llene su tanque para volver a oprimir alguno de sus botones plateados.

Le reconozco a los inodoros actuales lo estético: son elementos de exhibición, en muchos casos uno invita a los amigos a que conozcan "el baño tan bonito que acabo de poner en la casa" y allí en inodoro con botones y con formas de sofá  es el especialista de la noche. Son tan lindos que a uno a veces le provoca comprar una bacinilla para hacer sus cosas en lugar de perturbar la belleza de su inodoro nuevo. Incluso ya uno tiene que comprar, junto con el inodoro, una canastilla para arrojar allí los papeles sucios, pues se puede descomponer la lumbrera de inodoro nuevo.

Nada como la humildad y desempeño serio de los inodoros viejos, como los que había en la casa de los abuelos de uno. Una simple palanca que uno giraba y automáticamente se abría un agujero negro en el fondo que de un solo jalón era capaz de llevarse hasta al kraken. No habia casi vueltas, máximo dos, pero lo que si había era una especie de vacío que incluso alcanzaba a generar una corriente de aire en el sitio. Si eras el contenido a evacuar supongo que sentías que un abismo se abría a tus pies y una conexión directa con el averno te llevaba a un sitio del cual no volverías mas....

Instrucciones: ninguna. Efectividad de evacuación 100% Incluso para niños muy pequeños se sugería que no bajaran la palanca mientras estuvieran sentados pues podría llevárselos. A los inodoros viejos nada los detenía, incluso teniendo en cuenta que el papel higiénico de antes era más o menos como un periódico antes de imprimir... nada!, no les interesaba, lo que se iba allá no volvía nunca más.}
Les reconozco que eran feos, muy feos. Existían unos colores que solo he visto en los inodoros viejos: un verde menta como desvanecido, al igual que un azul aguamarina. Las tapas y los aros móviles parecían de concreto: pesaban un infierno, pero nunca de desajustaban de su posición inicial.Y al final su imagen no interesaba, pues nadie iba para verlos o admirarlos. La mamá de uno, con el apoyo de alguna tía solterona tejía carpetas de lana que se ponían sobre la tapa del tanque, sobre la tapa que pesaba un infierno y un tapetico justo a los pies del inodoro. En estas condiciones el pobre inodoro viejo quedaba disfrazado de French Poodle  y aun así hacían su trabajo con dignidad y precisión.

Trabajaban incluso descuartizados: ¿quien no vio en casa de algún  amigo o en un sitio publico un inodoro viejo al que se le había caído la palanca y le ponían una cuerda para halar?.. sin tapa del tanque (algunos les ponían una tabla de madera) y sin aros.... ¿y como funcionaban? bien... igual de bien e incluso mejor, por que en el alma del inodoro viejo estaba el demostrar que podía, incluso seriamente amputado. Los inodoros nuevos en cambio dejan de funcionar incluso si se cae el wi-fi

Nada más triste que ver la escena de remoción del inodoro viejo: cuesta un trabajo enorme desprenderlo, como  si tuviera cimientos, y cuando al fin es retirado sale con un pedazo enorme del piso al cual estaba aferrado... pues aún después de alcanzar su ancianidad los inodoros viejos se aferran a su labor.

Danos señor la humildad y fortaleza de un inodoro viejo

domingo, 27 de abril de 2014

Intoxicación aero espacial



Marzo 13, 2050. 

Mariquita Tolima. Sede de AEC, Agencia Espacial Colombiana. Acaba de ser lanzado el primer vuelo tripulado al espacio netamente colombiano. La nave lleva dos tripulantes, una perra llamada Muisca, y un oso de anteojos llamado Nacho. El objetivo específico del vuelo es el de validar que efectivamente alguien puede sobrevivir en un cohete fabricado en Colombia.

El proyecto Tairona finaliza luego de veinte años de aplazamientos por diversas razones. El presupuesto original de diez millones de dólares llegó a mil quinientos. El objetivo inicial que había anunciado  el presidente Vargas Lleras  en el año 2020 era el de conquistar marte pues existía gran oportunidad de hacer un TLC si se llegase a encontrar vida inteligente en ese planeta. Por restricciones presupuestales el objetivo cambió y ahora lo que está contemplado es orbitar durante una semana alrededor del planeta y retornar en un pequeño espacio del caribe que nos alquiló Nicaragua para tal fin.

El proyecto estuvo lleno de polémicas de toda índole:

El recién nombrado emperador de la república Chavista de Venezuela, Nicolás Maduro objetó el lanzamiento pues según su entender se trataba de una amenaza militarista contra su imperio. Aunque inicialmente iba a mover su ejército a la frontera con Colombia, al final decidió que todas sus armas serían apuntadas hacia el cielo dado que se trataba de una nave espacial. Hay que anotar que el PIB de Venezuela es hoy uno de los más elevados del mundo, pues aunque sus ingresos petroleros bajaron un 50% en los últimos 30 años, la población ha bajado un 90%, y hoy, con solo dos millones de habitantes, uno y medio millones viviendo bajo la línea de miseria, muestra un PIB que duplica el de Suecia.

Aunque la nave está configurada para llevar a tres tripulantes humanos al final se decidió llevar dos animales pues no fue posible ponerse de acuerdo en quienes iban. Inicialmente se había escogido una tripulación de solo paisas, lo cual generó el repudió nacional y una gran manifestación conocida como “El Desenrosque”   que terminó con la quema del bus de Atlético Nacional y la toma de la Embajada Antioqueña por un grupo de encapuchados (quienes se retiraron cuando se dieron cuenta que era solo un restaurante). Luego se cambiaron por otra tripulación que resultó estar apadrinada por tres caciques costeños financiados por apuestas la Gata. Luego se escogieron tres científicos  renombrados que fueron removidos por una cadena de tutelas:
              o El movimiento feminista tuteló el derecho a la igualdad y estableció que al menos dos tripulantes deberían ser mujeres. Una de ellas madre cabeza de familia.
              o El Movimiento LGBT tuteló su derecho a participar y consiguió que el menos uno de los tripulantes fuera Gay, y que la AEC moviera la sede del despegue a su ubicación actual.
              o Las negritudes demandaron también y se definió que un tripulante debería ser afrodescendiente.
              o Los pueblos indígenas se opusieron vehemente al TLC con marte y luego dijeron que dado que los ancestros veneraban las estrellas, lo descubierto era propiedad indígena, pues ellos las habían visto primero.
              o Los ambientalistas demandaron el lanzamiento pues la contaminación generada elevaría la temperatura de Bogotá en al menos un grado centígrado, pasando de 40°C a 41°C 
El expresidente Santos pidió que al menos dos cupos fueran asignados a la guerrilla, como gesto de buena fe en la actual negociación. El expresidente Uribe, a través de su cuenta de Twitter solicitó que en cohete deberían ir todos los de la FARC y que debería dirigirse al sol.
Los partidos de la oposición patrocinan una serie de protestas bajo el argumento que todo se hace como una cortina de humo para ocultar los acuerdos que en la habana se están haciendo con las FARC, como parte de la negociación  de paz que se viene trabajando  desde hace casi cuarenta años. Cuestionan por ejemplo, que no se haya firmado el acuerdo sobre el tema del narcotráfico, cuando ya se declaró legal la producción y venta de drogas, ya que toda son sintéticas y vendidas por multinacionales del primer mundo,.
Fidel Castro, cercano a su cumpleaños ciento veinticuatro , se dejó ver y dijo que ese cohete era una fachada del imperio para espiar una revolución pujante y juvenil. 
Por los sobrecostos del proyecto existen investigaciones en curso de la fiscalía a los hermanos Nule y a los hermanos Moreno, el fiscal general de la nación informa que con el inicio de la parte final del juicio en el caso Colmenares, ahora podrá dedicarse de lleno a estas dos investigaciones.
El actual alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, inició una tutelatón para que se incluyera a su perrita Muisca en la tripulación. Objetivo que logró tras la orden directa de la Fifa a la Corte Suprema de Justicia para ordenar esto. “No llevar mi perra en ese vuelo sería un golpe funesto al orden mundial, y la confirmación definitiva de que hay un complot para no dejarme ser presidente de este país”. Dijo desde su balcón en el palacio Liévano.






sábado, 26 de abril de 2014

Nostalgia Motorola


La naturaleza en su sabiduría le dio a cada generación la posibilidad de burlarse de la anterior y en contraprestación a eso ser el motivo de burla de la generación siguiente. Yo creo firmemente que lo único malo de esta generación es que yo no pertenezco a ella. Y cualquier queja sobre el asunto no es más que mi resentimiento de tener que pagar por sus antojos con mi trabajo.

Cuando era niño, por allá en los lejanos setenta, aún no éramos objetivo comercial de ninguna empresa. Para la gente de mercadeo de las grandes corporaciones éramos sólo unos animalitos que algún día llegaríamos a ser consumidores. Mientras eso pasaba, no nos jodían. Nuestro conocimiento de marcas o nuestras necesidades tecnológicas quedaban satisfechas con un yoyo de coca cola. Nos poníamos la ropa que alguien hacia sin consultarnos, y los que tenían hermanos de edades cercanas participaban del noble ciclo de heredar y dejar de herencia toda la ropa. Lo notorio, aparte de la herencia, era el hecho de que la ropa aguantaba hasta cuatro hermanos seguidos.

En mi familia, de hecho, fue tradicional un disfraz de perro del cual todos han negado su autoría, pero que fue de obligatorio uso para todos los que pasamos por edad de Día de las brujas (Halloween como dicen hoy). El disfraz era básicamente un overol elaborado de peluche negro que garantizaba al menos quince grados centígrados por encima de la temperatura ambiente y cuya cabeza de perro, a falta del molde correcto, había sido hecho copiando una caneca cilíndrica con una tapa plana en la coronilla y con dos orejas asimétricas pegadas una a cada lado. Como ojos tenía una ranura horizontal de lado a lado que más parecía una boca anormalmente ubicada en la frente.  Garantizado, el disfraz de perro le hacia bajar dos kilos por cada día de brujas. De allí que todos en mi familia tuvimos máximo dos días de brujas, luego de eso le tomamos odio y aun hoy apagamos las luces, cerramos la puerta y no le damos dulces a ningún niño.

Carecíamos absolutamente de responsabilidades. Yo recuerdo una sola que me tocó, y que hoy ya no existe: chaperón o colgandejo. Cuando algún mechudo setentero invitaba a salir a mi hermana era clara la condición: “..Yo la dejo ir con ese muchacho, pero si llevan al niño…” , y así el arrancado mechudo debía ahora sustentar no solo la llevada de mi hermana sino que también me debía alimentar y entretener de manera tal que los dejara en paz en sus citas. Tengo que decir que fui sumamente mediocre en esta labor, pues durante mi periodo de colgandejo mi hermana tuvo dos hijos. Adicionalmente desarrolle un gusto enfermo por la comida rápida y por las películas mejicanas, pues el plan era siempre llevarme al Teatro México a ver cosas como El Arracadas, o La Ley del Monte.

Éramos obedientisimos. “Sientese ahí!” le decían a uno cuando llegaba a una visita. Y uno saludaba se sentaba, y si era el caso se abstenía hasta de orinar con tal de no violar la norma de no interferir en charlas de mayores. Si hoy un niño hace eso toca llevarlo al psicólogo, supongo, y dirán que tiene algún síndrome raro.

Los derechos fundamentales eran una cosa que se ganaba plenamente cuando uno trabajaba, antes de eso estaban en borrador y de haber dudas, con dos o tres correazos se retornaba a su condición de ciudadano de medio pelo.

Envidio en eso a la generación de niños de hoy: ya con seis años toca cortarles el cabello como ellos dicen, eligen la ropa que les gusta y se sienten los suficientemente lanzados como para opinar sobre el aborto o tienen un blog sobre como ser un emo, que actualizan desde su Iphone, mientras chatean con su novia.

No. Yo fui de le generación sonsa, podría decirse, vivíamos despacito. Teníamos novia a los 15 años. No había Bullying, pues como la diversión que había era toda de contacto vivíamos descargados de iras a diario. Nuestros juegos eran las combinaciones posibles de cosas que se pueden hacer con una bola, un niño  y un palo: Pegarle a la bola con un palo, pegarle a otro niño con una bola, pegarle a un niño con un palo….

Creíamos en nuestros padres a ojo cerrado. Eran nuestros ídolos, y les venerábamos. Comíamos juntos en la mesa, nos creíamos el cuento del niño Dios en navidad, nos acostábamos temprano, nos cortaban el pelo con instrucciones precisas del papá, le teníamos miedo al coco. Todas las barreras en contra de la dominación que se nos ocurría imponer eran solucionadas con una escala simple de sanciones: Regaño, Pellizco, Correazo.

Nuestros padres nunca fueron esos balurdos  ignorantes que son los padres para los niños de hoy.

Aún hoy, ya muy viejitos, sigo sintiendo por mis padres el mismo respeto de esos años y nuestra vida puede resumirse en el eterno deseo de estar con ellos de nuevo  en la sala viendo Naturalia en un televisor Motorola a blanco y negro.