lunes, 28 de abril de 2014

Me cae bien Buda


Este no es un debate teológico, es simplemente un tema de simpatías. Yo soy católico llevado a pellizcos a misa sagradamente todos los domingos de mi vida temprana. Hoy, ya sin pellizcos, sigo siendo católico más o menos cumplidor de mis deberes, y tengo el brazo derecho con una inmovilidad leve. Y no estoy buscando cambiar de religión ni a mi ni a nadie.

El tema es otro. Tengo que confesar que desde pequeño me deprime ver la figura de Jesús en la cruz, clavado como si lo fueran a coleccionar, con su rostro cubierto de sangre que le escurre de las espinas, con laceraciones por todo lado y encima de todo cubierto con un mínimo trapito. Expuesto a la burla de todo el mundo y con su mamá, la virgen María, de rodillas frente a él llorando. Encima de todo, como toda mi generación, me tocó ver n veces la película "El Martir del Calvario, con Enrique Rambal Junior" en Blanco y Negro VLD (Very Low Definition) por los dos únicos canales de la televisión de esa época, recuerdo la manera lastimera en que pronunció: "padre mio ¿por que me has abandonado?". Jarto que el papá de uno sea Dios, y uno le tenga que hacer semejante reclamo.

Las únicas imágenes cheveres que uno ve de Jesús es cuando lo muestran chiquito en brazos de su mamá, o en el muñequito del pesebre. De ahi en adelante todo va para abajo para el pobre Jesús. Los amigos lo niegan, lo juntan con ladrones, supongo que el día de la multiplicación de los panes lo dejaron sin darle a él. 


Por el contrario desde pequeño siempre me simpatizó Buda (En mi casa había uno de yeso pintado de dorado y que servía para trancar la puerta cuando uno quería que permaneciera abierta). Un tipo tranquilo, regordete, que concedía  peticiones si se le sobaba la panza, con aros en las orejas y con una sonrisa de oreja a oreja que reflejaba sosiego, incluso cierta alegría. Estaba vestido como buen gordo con una especie de sabana que le daba la vuelta a su rechoncha figura. Unos años más y hubiera usado Walkman. Tengo dudas de su efectividad como milagrero, pues mi papá le sobaba en la barriga los billetes de la lotería, y nunca paso nada , salvo que se le peló la barriga a Buda y se le vio el Yeso que había debajo. Pero con todo y su ineficiencia me cae bien.

Simplemente como mercadeo de una religión, me parece que es más vendedor Buda: transmite la impresión de que si bien uno no va llegar a la felicidad con muchos bienes materiales, al menos le queda el consuelo de terminar como un gordito bacano. Pero Jesús es otra cosa, es sufrimiento puro, es una victima legendaria de tortura, y encima de todo hay que sumarle en que todos nosotros, el día que nacimos, ya tenemos encima la carga de este pobre tipo clavado en un palo y ensangrentado, es decir, no solo está fregado, si no que YO fui quien lo fregó. Eso es difícil de vender.

Si ponen a un niño en frente de las dos imágenes, me preocuparía seriamente por el niño que se fuera para el lado del que luce torturado y ensangrentado. Si se trata de vendernos esperanza en los momentos difíciles, es de lejos más vendedor el gordito. 





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